La Semana Santa de Medina del Campo comienza este año más temprana que nunca para celebrar el VI Centenario de sus populares procesiones, una de las celebraciones más mágicas de la tradición cristiana española.
Para la noche del sábado 9 de abril, ocho días antes del comienzo oficial de Semana Santa, ya se programó en Medina del Campo una Magna Procesión Extraordinaria, en la que por primera vez en la historia de este pueblo, todas las cofradías acompañaron a sus pasos titulares por las calles y plazas de Medina del Campo.
Además, los medinenses han querido recuperar para esta especial celebración la imagen de San Vicente Ferrer (uno de los impulsores, hace ya 600 años, de las celebraciones de Semana Santa en esta villa). También, como representante de la iconografía procesional española más moderna, se incluirá la imagen “Cristo en brazos de la muerte” del artista zamorano Ricardo Flecha Barrio, y realizada a petición del Centro San Vicente Ferrer.
La celebración de este año de aniversario, viene además acompañada por la apertura de un centro cultural para la divulgación de las procesiones de Semana Santa en el mundo, que como no, también lleva el nombre de San Vicente Ferrer; y un centro de documentación en el Palacio Real testamentario de Isabel la Católica. Este proyecto realiza un recorrido para el visitante por el origen y significado de la Semana Santa, no solo en Medina del Campo si no también en España, y es punto de partida para visitas guiadas por el patrimonio religioso de este municipio.
Además, durante estos días se celebran en Medina las Jornadas Gastronómicas de Cuaresma, en las que varios restaurantes de la zona ofrecen menús a precio cerrado por entre 25 y 30 euros, que permiten a los visitantes conocer la cocina de esta tierra.
Por último, a partir de mayo de este año 2011, Medina del Campo se unirá al pueblo vecino, Medina de Rioseco, para acoger “Passio”, un nuevo ciclo de Las Edades del Hombre en el que se mostrarán 180 obras, de las que más del 85% no han sido expuestas anteriormente en las Edades del Hombre, que ofrecerán una representación cronológica de la pasión de Cristo en el arte castellano-leonés.
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Cuatro días de procesiones en silencio
Aunque desde el viernes de Dolores comienzan las procesiones, no es hasta el Jueves Santo cuando Medina del Campo se inunda con el silencio de las procesiones más emotivas. Este día a las 11 de la noche comienza la Procesión de los Faroles, llamada así por los faroles que portan los cofrades para alumbrar las distintas imágenes, que se desarrolla con un silencio total que solo se rompe por el canto del Miserere. Ya en la madrugada, la Cofradía del Descendimiento traslada el Cristo de Santa Clara hasta la Iglesia del mismo nombre realizando diversos actos penitenciales en el trayecto.
Además, el Jueves Santo por la tarde es costumbre recorrer las siete iglesias de “techo bajo”: bares, mesones o tabernas donde se bebe sangría (o limonada, como la llaman los medinenses) a base de vino de la tierra, limones macerados y azúcar, que se acompaña de las tradicionales torrijas.
El Viernes Santo comienza la segunda jornada con la emotiva Procesión del Encuentro, donde los pasos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad realizan recorridos que confluyen en la Plaza Mayor de Medina del Campo, donde el hijo se inclina ante su madre. El día concluye con la Procesión del Silencio, con una espectacular colecciones de imágenes de Cristo del siglo XVI.
Los desfiles finalizan el Domingo de Resurrección, cuando se produce el Encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría. Tras este encuentro en la plaza Mayor, todas las cofradías inician la procesión, con el disparo de cohetes y la suelta de palomas y globos, mientras las bandas de cornetas y tambores interpretan el Himno de la Alegría.